Es un analgésico comparable al ácido acetilsalicílico (menos gastrolesivo) y superior al paracetamol en dolores agudos de tipo moderado o medio. Relaja ligeramente la musculatura lisa, por lo que resulta especialmente útil en dolores de tipo cólico.
¿Cuánto debo tomar de metamizol?
Los adultos y adolescentes de 15 años de edad o mayores (que pesen más de 53 kg) pueden tomar 1 cápsula (575 mg de metamizol) en una dosis única, que se puede administrar hasta 6 veces al día, en intervalos de 4 a 6 horas. La dosis máxima diaria es de 3.450 mg (correspondiente a 6 cápsulas).
¿Qué dolor calma el metamizol?
¿Qué es el metamizol y para qué sirve? – El metamizol (Nolotil®, Metalgial®), igualmente llamado dipirona, es un analgésico que también actúa disminuyendo la fiebre y los espasmos musculares, Está indicado en el tratamiento del dolor agudo intenso (postoperatorio, postraumático, cólico, neoplásico) o de la fiebre alta que no responde a otros tratamientos,
¿Cuando no se debe administrar metamizol?
No se debe administrar en pacientes con historia de predisposición a reacciones de hipersensibilidad, alteraciones renales. Es importante tener precaución en pacientes con historial de agranulocitosis por medicamentos y anemia aplásica.
¿Cómo se utiliza el metamizol?
Pulse aquí para ver el documento en formato PDF. Prospecto: Información para el usuario Metamizol Normon 0,4 g/ml solución inyectable y para perfusión EFG Metamizol magnésico Lea todo el prospecto detenidamente antes de empezar a usar este medicamento, porque contiene información importante para usted.
Conserve este prospecto, ya que puede tener que volver a leerlo.
- Si tiene alguna duda, consulte a su médico o farmacéutico.
- Este medicamento se le ha recetado solamente a usted y no debe dárselo a otras personas, aunque tengan los mismos síntomas que usted, ya que puede perjudicarles.
- Si experimenta efectos adversos, consulte a su médico o farmacéutico, incluso si se trata de efectos adversos que no aparecen en este prospecto. Ver sección 4.
Contenido del prospecto
- Qué es Metamizol Normon y para qué se utiliza
- Qué necesita saber antes de empezar a usar Metamizol Normon
- Cómo usar Metamizol Normon
- Posibles efectos adversos
- Conservación de Metamizol Normon
- Contenido del envase e información adicional
Metamizol Normon pertenece al grupo de medicamentos denominado «Otros analgésicos y antipiréticos». Este medicamento se utiliza para el tratamiento del dolor agudo moderado o intenso post-operatorio o post-traumático, de tipo cólico o de origen tumoral.
También se utiliza en los casos de fiebre alta que no responda a otras medidas u otros medicamentos para la fiebre. Metamizol Normon solución inyectable y para perfusión, solo debe administrarse por vía parenteral (inyección intravenosa o intramuscular) en caso de dolor agudo intenso si la administración enteral (oral) no se considera apropiada.
No use Metamizol Normon:
Si ha tenido previamente reacciones alérgicas o reacciones hematológicas (disminución de glóbulos blancos, glóbulos rojos o plaquetas en sangre) con medicamentos que contienen metamizol u otros compuestos similares o reacciones alérgicas a cualquiera de los demás componentes de este medicamento (incluidos en la sección 6).
Si ha padecido síntomas de asma, rinitis o urticaria (manchas rojizas o habones en la piel que pueden producir picor) durante el tratamiento con otros analgésicos como ácido acetilsalicílico, paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos, ya que en estos casos también puede existir sensibilidad a metamizol (sustancia activa de Metamizol Normon)
Si padece porfiria aguda intermitente (un trastorno del metabolismo de los pigmentos sanguíneos que forman parte de la hemoglobina).
Si padece deficiencia genética de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa.
Si ha sufrido alteraciones de la función de la médula ósea (formadora de las células sanguíneas); por ejemplo, durante o después de recibir quimioterapia antitumoral (antineoplásica) o si ha tenido enfermedades relacionadas con la formación de células sanguíneas.
Si está en los tres últimos meses de embarazo.
Si tiene la tensión arterial baja o problemas de circulación, no debe usar Metamizol Normon 0,4 g/ml solución inyectable y para perfusión por vía parenteral.
En inyección intraarterial.
Si ha sufrido reacciones cutáneas muy graves (denominadas, por ejemplo, síndrome de Stevens Johnson o necrólisis epidérmica tóxica) con el uso previo de metamizol u otro medicamento que contuviese metamizol.
Advertencias y precauciones Consulte a su médico o farmacéutico antes de empezar a usar Metamizol. Tenga especial cuidado:
Si experimenta malestar general, infección, fiebre persistente, dolor de garganta, inflamación en
boca, nariz o garganta, lesiones en la mucosa de la boca o de los genitales, hematomas, sangrado o palidez, debe de suspender el tratamiento y consultar a su médico inmediatamente. Estos trastornos pueden ser debidos a un descenso del número de glóbulos blancos en la sangre (agranulocitosis), de plaquetas (trombocitopenia) o a un fallo en la producción de todas las células de la sangre (anemia aplásica).
- Si experimenta mareo, dificultad para respirar, rinitis, hinchazón de la cara, descenso de la presión arterial, manchas rojizas en la piel de aparición súbita, suspenda el tratamiento y consulte a su médico. Estos síntomas pueden deberse a una reacción alérgica grave denominada shock anafiláctico. Esta reacción es más probable si usted padece asma o trastornos de tipo alérgico (atopía).
- Si padece asma bronquial (especialmente en presencia de inflamación de la mucosa nasal y pólipos nasales), urticaria crónica o bien si es intolerante a colorantes y/o conservantes o al alcohol, ya que el riesgo de posibles reacciones alérgicas graves es mayor.
- Si tiene problemas de tensión arterial baja, o tiene hipovolemia (disminución del volumen circulante de sangre o cualquier otro líquido corporal), deshidratación o la circulación inestable (por ejemplo, después de un infarto agudo de miocardio o tras lesiones múltiples). En estos casos, o si la inyección intravenosa ha sido demasiado rápida, el riesgo de una caída brusca de la tensión arterial es mayor.
- Si aparece una erupción en la piel que progresa hacia la formación de ampollas o lesiones en la mucosa debe de interrumpir el tratamiento y acudir al médico ya que esto puede ser debido a la aparición de trastornos cutáneos muy graves (síndrome de Stevens-Johnson o necrólisis epidérmica tóxica). En estos casos no debe recibir de nuevo medicamentos que contengan metamizol.
- Si tiene la función del riñón o del hígado disminuida, ya que puede eliminar el medicamento con mayor dificultad,
- Si es un paciente de edad avanzada, esté especialmente atento a la aparición de cualquiera de los trastornos descritos anteriormente, ya que pudieran aparecer con mayor frecuencia.
Problemas hepáticos Se ha notificado inflamación del hígado en pacientes que toman metamizol con síntomas que se desarrollan en unos pocos días hasta unos meses después del inicio del tratamiento. Deje de usar Metamizol Normon y póngase en contacto con un médico si presenta síntomas de problemas hepáticos, como malestar (náuseas o vómitos), fiebre, sensación de cansancio, pérdida de apetito, orina oscura, heces de color claro, coloración amarillenta de la piel o de la parte blanca de los ojos, picor, erupción o gastralgia superior.
Su médico comprobará el funcionamiento de su hígado. No debe tomar Metamizol Normon si ha tomado previamente algún medicamento que contenga metamizol y tuvo problemas hepáticos. Reacciones cutáneas graves Se han notificado reacciones cutáneas graves, como síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica y reacción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS), en asociación con el tratamiento con metamizol.
Deje de tomar metamizol y solicite atención médica inmediatamente si observa alguno de los síntomas relacionados con estas reacciones cutáneas graves descritos en la sección 4. Si ha sufrido alguna vez reacciones cutáneas graves, no debe reanudar el tratamiento con Metamizol Normon en ningún momento (ver sección 4).
- Uso de Metamizol Normon con los alimentos, bebidas y alcohol Junto con alcohol, pueden potenciarse los efectos tanto de éste, como del fármaco.
- Embarazo, lactancia y fertilidad Embarazo Los datos disponibles sobre el uso de metamizol durante los primeros tres meses de embarazo son limitados, pero no indican efectos dañinos para el embrión.
En casos seleccionados cuando no existen otras opciones de tratamiento, las dosis únicas de metamizol durante el primer y el segundo trimestre pueden ser aceptables después de consultar con su médico o farmacéutico y luego de evaluar cuidadosamente los beneficios y riesgos del uso de metamizol.
Sin embargo, en general, no se recomienda el uso de metamizol durante el primer y segundo trimestre. Durante los tres últimos meses de embarazo, no debe tomar metamizol debido al mayor riesgo de complicaciones para la madre y el bebé (hemorragias, cierre prematuro de un vaso importante para el feto, llamado conducto de Botal, que se cierra de forma natural después del nacimiento).
Lactancia Los productos de degradación de metamizol se excretan en la leche materna en cantidades considerables y no se puede excluir que exista riesgo para el lactante. Por lo tanto, se debe evitar el uso repetido de metamizol durante la lactancia. En caso de que se administre una única dosis de metamizol, se recomienda a las madres que se extraigan y desechen la leche materna durante las 48 horas posteriores a su administración.
Conducción y uso de máquinas Aunque no son de esperar efectos adversos sobre la capacidad de concentración y de reacción, a las dosis más altas, dentro de las recomendadas, debe tenerse en cuenta que estas capacidades pueden verse afectadas y se debe evitar utilizar máquinas, conducir vehículos u otras actividades peligrosas.
Uso de Metamizol Normon con otros medicamentos Informe a su médico o farmacéutico si está utilizando o ha utilizado recientemente o podría tener que utilizar cualquier otro medicamento. Debido a la posibilidad de aparición de incompatibilidades, Metamizol no debe mezclarse con otros fármacos en la misma jeringa.
Si se administra conjuntamente con ciclosporina (medicamento que previene el rechazo de los trasplantes), puede reducir los niveles en sangre de la ciclosporina y por lo tanto éstos se deben medir con regularidad. Si se administra junto con clorpromazina (medicamento para el tratamiento de las psicosis) puede provocar un descenso de la temperatura corporal.
Si se administra conjuntamente con metotrexato u otros medicamentos para el tratamiento de los tumores (antineoplásicos), puede potenciar los efectos tóxicos en sangre de los antineoplásicos, sobre todo en pacientes de edad avanzada. Si se administra conjuntamente con ácido acetilsalicílico, puede reducir el efecto del ácido acetilsalicílico para disminuir la agregación de las plaquetas (antiplaquetario) y por lo tanto se debe usar con precaución en pacientes que lo estén tomando para proteger el corazón (cardioprotector).
Si se administra conjuntamente con bupropión (medicamento utilizado para el tratamiento de la depresión y/o para ayudar a dejar de fumar), efavirenz (medicamento utilizado para el tratamiento del VIH/SIDA), metadona (medicamento utilizado para tratar la dependencia a drogas ilícitas, denominadas opioides), valproato (medicamento utilizado para tratar la epilepsia o el trastorno bipolar), tacrolimus (medicamento utilizado para prevenir el rechazo de órganos en pacientes trasplantados) o sertralina (medicamento utilizado para tratar la depresión) pueden reducir los niveles en sangre de estos fármacos, por lo que se debe utilizar con precaución.
Metamizol puede modificar el efecto de los antihipertensivos (medicamentos que reducen la tensión arterial) y diuréticos (medicamentos que aumentan la eliminación de líquidos). Siga exactamente las instrucciones de administración de este medicamento indicadas por su médico.
En caso de duda, consulte de nuevo a su médico o farmacéutico. Este medicamento es para uso a corto plazo. Su médico le indicará la duración de su tratamiento. La dosis se establece en función de la intensidad del dolor o la fiebre y de la sensibilidad de cada persona al tratamiento con Metamizol Normon.
Metamizol Normon se le administrará mediante inyección en una vena o en un músculo. El uso intraarterial accidental puede provocar necrosis del área vascular distal. La solución debe calentarse a la temperatura corporal antes de la inyección. Si el efecto de una dosis única es insuficiente o más tarde, cuando el efecto analgésico haya disminuido, su médico puede administrarle otra dosis hasta alcanzar la dosis máxima diaria que se indica a continuación.
Adultos y adolescentes de 15 años de edad o mayores A los adultos y adolescentes de 15 años de edad o mayores (que pesen más de 53 kg) se les puede administrar de 1 a 2,5 ml por vía intravenosa o intramuscular en una dosis única; cuando sea necesario, la dosis única se puede aumentar hasta 6,2 ml (correspondiente a 2.480 mg de Metamizol Normon).
La dosis máxima diaria es de 10,0 ml; cuando sea necesario, la dosis diaria se puede aumentar hasta 12,5 ml (correspondiente a 5.000 mg de metamizol). En la indicación de dolor oncológico, se puede utilizar media ampolla en una dosis única por vía oral hasta 4 veces al día, en intervalos de 6 a 8 horas, correspondiente a una dosis máxima diaria de 4.000 mg (un máximo de 2 ampollas al día).
Intervalo de edad en niños (peso corporal) | Dosis única | Dosis máxima diaria |
Niños pequeños de 3 a 11 meses (aprox.5-8 kg) | 0,1-0,3 ml | 0,4-1,2 ml |
1-3 años (aprox.9-15 kg) | 0,2-0,6 ml | 0,8-2,4 ml |
4-6 años (aprox.16-23 kg) | 0,3-0,9 ml | 1,2-3,6 ml |
7-9 años (aprox.24-30 kg) | 0,5-1,2 ml | 2,0-4,8 ml |
10-12 años (aprox.31-45 kg) | 0,6-1,8 ml | 2,4-7,2 ml |
13-14 años (aprox.46-53 kg) | 0,9-2,1 ml | 3,6-8,4 ml |
En caso de fiebre, una dosis de 10 mg de metamizol por kg de peso corporal es, en general, suficiente en niños. El efecto del medicamento suele aparecer a los 30 minutos después de la administración parenteral. Personas de edad avanzada y pacientes con un mal estado de salud general o con insuficiencia renal La dosis se debe disminuir en personas de edad avanzada, en pacientes debilitados y en aquellos con disminución de la función renal, ya que la eliminación de los productos de degradación de metamizol se puede retrasar.
Pacientes con insuficiencia renal o hepática Dado que en los casos de insuficiencia renal o hepática la velocidad de eliminación disminuye, se debe evitar la administración de dosis elevadas repetidas. Solo en tratamientos de corta duración no es necesaria una reducción de la dosis. No se dispone de experiencia con tratamientos prolongados.
No debe añadirse el contenido de la ampolla a soluciones intravenosas de gran volumen correctoras del pH o para nutrición parenteral (aminoácidos, lípidos). El contenido de las ampollas puede incorporarse a soluciones intravenosas de gran volumen como soluciones de glucosa o soluciones salinas, pero no debe mezclarse con otros medicamentos en la misma jeringa.
- Medidas de precaución en la administración intravenosa La causa más frecuente de una bajada de la presión arterial y de shock es la excesiva velocidad de inyección.
- La inyección intravenosa debe administrarse muy lentamente para reducir al mínimo el riesgo de una reacción de hipotensión,
- Debe controlarse la tensión arterial, el ritmo cardiaco y la respiración.
Debido a que es probable que el descenso de la presión arterial no debido a una reacción alérgica sea dependiente de la dosis, la administración por vía intravenosa de una dosis única de más de 1 g de metamizol magnésico debe considerarse cuidadosamente.
- Si el dolor persiste o empeora debe consultar a un médico para investigar la causa de los síntomas.
- Si usa más Metamizol Normon del que debe Podrían aparecer náuseas, vómitos, dolor del abdomen, deterioro de la función del riñón, y en ocasiones más raras mareo, somnolencia, coma, convulsiones, descenso de la presión arterial o incluso shock y aumento del ritmo del corazón (taquicardia).
Después de la administración de dosis muy altas de metamizol, puede producirse una coloración roja de la orina, la cual desaparece al suspender el tratamiento. Si ha usado más cantidad de medicamento del que debe, consulte a su médico o a su farmacéutico, o al Servicio de Información Toxicológica, teléfono 91 562 04 20.
Información para el médico: No se conoce ningún antídoto específico. Tras la sobredosis por administración oral es posible realizar un lavado gástrico y forzar el vómito. Se pueden considerar una diuresis forzada o diálisis, ya que el metamizol es dializable. En caso de reacciones de alergia graves, deben aplicarse, además, otras medidas de urgencia habituales como poner el paciente de costado, mantener las vías respiratorias libres de obstrucción o administrar oxígeno.
Las medidas farmacológicas de urgencia incluyen la administración de adrenalina, fluidoterapia y glucocorticoides. Se aconseja una cuidadosa monitorización de las funciones vitales, así como tomar las medidas generales necesarias. Si olvidó usar Metamizol Normon N o se administre una dosis doble para compensar las dosis olvidadas.
Si tiene cualquier otra duda sobre el uso de este medicamento, pregunte a su médico o farmacéutico. Al igual que todos los medicamentos, este medicamento puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran. Deje de usar Metamizol Normon y póngase en contacto inmediatamente con un médico si experimenta alguno de los síntomas siguientes: Sensación de enfermedad (náuseas o vómitos), fiebre, sensación de cansancio, pérdida de apetito, orina oscura, deposiciones de color claro, coloración amarillenta de la piel o de la parte blanca de los ojos, picor, erupción o dolor en la zona superior del estómago.
Estos síntomas pueden ser signos de daño hepático. Ver también la sección 2 Advertencias y precauciones. Las reacciones alérgicas más leves (p. ej. reacciones en piel y mucosas como picor, quemazón, enrojecimiento, hinchazón) así como dificultad para respirar y molestias gastrointestinales pueden progresar hasta formas más graves p.ej.
Urticaria generalizada, hinchazón de pies, manos, labios, garganta y vías respiratorias (angioedema), broncoespasmo grave (estrechamiento de las paredes de los bronquios), alteraciones del ritmo del corazón y disminución de la presión arterial (algunas veces precedida por un aumento de la presión arterial).
Otros efectos adversos que pueden ocurrir con las siguientes frecuencias son: Frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 10 personas): – hipotensión (disminución de la presión arterial). Poco frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 100 personas): – erupciones y reacciones en la piel, – dolor en el lugar de inyección.
Raros (pueden afectar hasta 1 de cada 1000 personas): – reacciones alérgicas que suelen presentarse durante o justo después de la inyección pero también horas más tarde, – erupciones y aparición de habones en la piel, – disminución del número de glóbulos blancos en sangre (leucopenia), – asma. Muy raros (pueden afectar hasta 1 de cada 10.000 personas): – reacciones cutáneas en las que aparecen vesículas o ampollas (necrólisis epidérmica tóxica, síndrome de Stevens-Johnson), – problemas del riñón con disminución o supresión de la orina eliminada, – incremento en la cantidad de proteínas excretadas por la orina, – inflamación del riñón (nefritis intersticial), – disminución severa de los glóbulos blancos (agranulocitosis), que puede producir la muerte debida a infecciones graves, – disminución del número de plaquetas en sangre (trombocitopenia), en este caso pueden producirse lesiones inflamatorias en mucosas, dolor de garganta y fiebre, – shock (bajada drástica de la presión arterial), – inflamación en las venas.
Frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles): – sepsis (infección grave que implica una reacción inflamatoria de todo el organismo y que puede producir la muerte), – anemia aplásica (fallo en la producción de las células de la médula ósea y de la sangre), – pancitopenia (número bajo de glóbulos rojos, blancos y plaquetas simultáneamente), – shock anafiláctico (reacción alérgica grave que puede producir la muerte), – síndrome de Kounis (un tipo de trastorno cardíaco), – hemorragias gastrointestinales, – cromaturia (coloración anormal de la orina), – reacciones locales en el punto de inyección, – inflamación del hígado, coloración amarillenta de la piel y de la parte blanca de los ojos, aumento del nivel sanguíneo de enzimas hepáticas.
Reacciones cutáneas graves: deje de tomar metamizol y solicite atención médica inmediatamente si observa alguno de los siguientes efectos adversos graves: – parches rojizos no elevados, o parches circulares o en forma de diana en el tórax, con frecuencia con ampollas centrales, descamación de la piel, úlceras en la boca, garganta, nariz, genitales y ojos.
Estos eritemas cutáneos graves pueden ir precedidos de fiebre y síntomas gripales (síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica). – eritema generalizado, temperatura corporal elevada y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos (síndrome DRESS o síndrome de hipersensibilidad medicamentosa).
Comunicación de efectos adversos: Si experimenta cualquier tipo de efecto adverso, consulte a su médico o farmacéutico, incluso si se trata de posibles efectos adversos que no aparecen en este prospecto. También puede comunicarlos directamente a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos de Uso Humano: https://www.notificaram.es.
Mediante la comunicación de efectos adversos usted puede contribuir a proporcionar más información sobre la seguridad de este medicamento. Mantener este medicamento fuera de la vista y del alcance de los niños. No requiere condiciones especiales de conservación.
No utilice este medicamento después de la fecha de caducidad que aparece en el envase después de CAD. La fecha de caducidad es el último día del mes que se indica. Los medicamentos no se deben tirar por los desagües ni a la basura. Deposite los envases y los medicamentos que no necesite en el Punto SIGRE de la farmacia.
En caso de duda pregunte a su farmacéutico cómo deshacerse de los envases y de los medicamentos que no necesita. De esta forma, ayudará a proteger el medio ambiente. Composición de Metamizol Normon
- El principio activo es metamizol magnésico. Cada ampolla de 5 ml contiene 2 g de metamizol magnésico. Cada ml de solución contiene 400 mg de metamizol magnésico.
- El otro componente es agua para preparaciones inyectables.
Aspecto del producto y contenido del envase Solución transparente y ligeramente amarillenta. Metamizol Normon se presenta en envases de 5 ampollas, conteniendo cada ampolla 2 g de metamizol magnésico. Titular de la autorización de comercialización y responsable de la fabricación LABORATORIOS NORMON, S.A.
¿Qué es más fuerte el paracetamol o el metamizol sódico?
Resumen Objetivo El objetivo fue estudiar los efectos antipiréticos y hemodinámicos de 3 fármacos diferentes utilizados para tratar la fiebre en pacientes críticos. Material y método Diseño: estudio prospectivo, observacional, en una UCI de 16 camas de un Hospital Universitario. Pacientes: 150 pacientes que tuvieron un episodio febril (temperatura > 38° C). Intervención: 50 recibieron paracetamol, 50 metamizol y 50 dexketoprofeno. Se determinaron la temperatura axilar, presión arterial sistólica, diastólica y media, frecuencia cardíaca, presión venosa central y saturación de oxígeno, en situación basal y a los 30, 60 y 120 minutos tras la administración del fármaco. También se registró la temperatura a los 180 minutos después de haber iniciado el fármaco. La diuresis y las necesidades de tratamiento vasodilatador y vasoconstrictor durante el tratamiento también se registraron. Resultados Las características de los pacientes, la temperatura y la hemodinámica basal fueron similares en todos los grupos. Observamos un descenso significativo de al menos un grado en la temperatura después de 180 minutos en 38 pacientes tratados con dexketoprofeno (76%), en 36 con metamizol (72%), y en 20 con paracetamol (40%) (p < 0,001). Después de 120 minutos, la media del descenso de la presión arterial media fue de 8,5 ± 13,6 mmHg con paracetamol, 14,9 ± 11,8 mmHg con metamizol y 16,8 ± 13,7 mmHg con dexketoprofeno (p = 0,005). Conclusiones Dexketoprofeno fue el fármaco antipirético más efectivo, a las dosis estudiadas. Aunque los 3 fármacos redujeron la tensión arterial media, la reducción con paracetamol fue menos pronunciada. Palabras clave: Fiebre Paciente crítico Hemodinámica Abstract Background The objective was to study the antipyretic and hemodynamic effects of three different drugs used to treat fever in critically ill patients. Methods Design and setting: Prospective, observational study in a 16-bed, general ICU of a university hospital. Patient population: We studied 150 patients who had a febrile episode (temperature > 38° C): 50 received paracetamol, 50 metamizol and 50 dexketoprofen. Interventions: None. Body temperature, systolic, diastolic and mean arterial pressure, heart rate, central venous pressure and oxygen saturation were determined at baseline and at 30, 60 and 120 minutes after infusion of the drug. Additionally, we recorded temperature 180 minutes after starting drug infusion. Diuresis and the need for or change of dose of vasodilator or vasoconstrictor drugs were also recorded. Results Patient characteristics, baseline temperature and hemodynamics were similar in all groups. We observed a significant decrease of at least 1 °C in temperature after 180 minutes in 38 patients treated with dexketoprofen (76%), in 36 with metamizol (72%), and in 20 with paracetamol (40%) (p < 0.001). After 120 minutes, the mean decrease in mean arterial pressure was 8.5 ± 13.6 mmHg with paracetamol, 14.9 ± 11.8 mmHg with metamizol, and 16.8 ± 13.7 mmHg with dexketoprofen (p = 0.005). Conclusions Dexketoprofen was the most effective antipyretic agent at the doses tested. Although all three drugs reduced mean arterial pressure, the reduction with paracetamol was less pronounced. Keywords: Fever Critically ill patient Hemodynamic Texto completo Introducción La fiebre es un síntoma común en enfermos críticos y su aparición en pacientes sépticos ocurre en un 90% 1,2, Un episodio febril puede ser debido a causas infecciosas o no infecciosas. Neumonía, sinusitis y bacteriemia, primaria o relacionada con catéter, son las causas infecciosas más frecuentes mientras que entre las no infecciosas destacan el cáncer, los fármacos, las transfusiones y las reacciones alérgicas 3, El manejo inicial de la fiebre incluye el tratamiento de la causa y la administración de fármacos antipiréticos. Los tratamientos antipiréticos son efectivos en el descenso de la temperatura, pero pueden tener efectos secundarios importantes 4, Dichos fármacos no deben ser administrados de forma rutinaria en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Los riesgos y beneficios deben ser evaluados en cada episodio febril. El paracetamol es simple de administrar y seguro, tiene un alto índice terapéutico y bajo riesgo de efectos secundarios como efectos renal, gastrointestinal o hematológico 5, El metamizol se usa habitualmente para tratar dolor postoperatorio y fiebre. El dexketoprofeno es una sal hidrosoluble del ketoprofeno, enantiómero dextrorrotatorio pertenenciente al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Se usa como analgésico y antiinflamatorio e «in Vitro» es uno de los inhibidores más potentes de la síntesis de prostaglandinas 6, El efecto antipirético del dexketoprofeno hasta la fecha, solo se ha descrito en modelos animales 7, El dexketoprofeno ha sido comparado con otros AINE en el manejo de dolor postoperatorio. Parece ser mejor tolerado que otros AINE 8, pero su efecto antipirético y su perfil hemodinámico en pacientes críticos no se ha descrito. El objetivo del estudio fue comparar los efectos antipiréticos y hemodinámicos inducidos por paracetamol, metamizol y dexketoprofeno, principales fármacos utilizados para tratar la fiebre en pacientes críticos. Pacientes y métodos Se diseñó un estudio prospectivo, observacional, en una UCI de 16 camas de un hospital universitario desde 2005 hasta abril 2007. Estudiamos 150 pacientes con un episodio de temperatura superior a 38° C que el médico responsable decidió tratar utilizando uno de los 3 fármacos administrados en la UCI con este objetivo. Cada paciente solo se incluyó en el estudio una vez. La decisión de tratar fue evaluada para cada paciente basada en la repercusión clínica de la fiebre: taquipnea, taquicardia, cambios en la presión arterial y aumento de la producción de dióxido de carbono o del consumo de oxígeno. El tratamiento antipirético utilizado de forma habitual en nuestra unidad para tratar la fiebre es paracetamol 1.000 mg, metamizol 2.000 mg y dexketoprofeno 50 mg, todos ellos administrados vía infusión endovenosa durante 30 minutos. Un comité de ética de nuestro hospital aprobó el estudio sin necesidad de consentimiento informado. Las siguientes variables fueron monitorizadas basalmente (en el momento previo al inicio del tratamiento) y 30, 60 y 120 minutos después de la infusión del fármaco: temperatura axilar, presión arterial sistólica, diastólica y media (PAM), frecuencia cardíaca (FC) y saturación de oxígeno (SaO 2 ) por pulsioximetría. La temperatura fue monitorizada 180 minutos después de la infusión del fármaco para determinar un descenso de al menos 1° C. La presión arterial se midió mediante sistema invasivo en aquellos pacientes que disponían del mismo, mediante catéter arterial radial o femoral y mediante sistema no invasivo con esfigmomanómetro digital de brazo, en los demás. No se modificó el sistema de medición de la presión para un mismo paciente a lo largo de las distintas mediciones. Se recogió el volumen de diuresis desde el momento basal hasta los 120 minutos. Se registraron los requerimientos de fármacos vasopresores, vasodilatadores y de fluidoterapia antes del tratamiento y durante los 120 minutos posteriores a la infusión. Se registró también el SAPS II 9 al ingreso así como el motivo de ingreso y la necesidad de ventilación mecánica en el momento del estudio. El tamaño de la muestra calculado para detectar un descenso de 1° C en la temperatura fue de 50 pacientes por grupo, con un error tipo i del 5% (α = 0,05) y un poder del 80% (β = 0,20). Los pacientes fueron incluidos en el estudio hasta completar los 50 asignados a cada grupo. Las variables cuantitativas fueron analizadas con análisis de varianza (ANOVA) y las variables categóricas mediante test de chi cuadrado. Se utilizó ANOVA de 2 factores con el procedimiento GLM (modelo lineal general). Los factores fueron: tiempo (inicio del estudio, 30, 60 y 120 minutos), tratamiento (paracetamol, metamizol y dexketoprofeno) y su interacción, que contestaría a la pregunta de si la evolución de los tratamientos a lo largo del seguimiento fue diferente. Se realizó análisis post-hoc cuando fue necesario. Además utilizamos ANOVA para comparar el descenso de la PAM con cada tratamiento desde el momento basal hasta los 120 minutos. La significación estadística se fijó en el 0,05. El análisis estadístico fue realizado utilizando el paquete estadístico SPSS (versión 14.0.1), SPSS Inc. Chicago, IL Resultados De los 150 pacientes estudiados, 102 fueron hombres (68%) y 48 mujeres (32%). La media de edad fue de 58 ± 16 (rango 19-86) años. El SAPS II fue 42,4 ± 13,4. Cada grupo (paracetamol, metamizol y dexketoprofeno) incluyó 50 pacientes. Las características demográficas se muestran en la tabla 1, No hubo diferencias estadísticamente significativas entre los grupos para ninguna de estas variables. Todos los pacientes incluidos en el estudio concluyeron el mismo. Temperatura Observamos un descenso significativo en la temperatura de al menos 1° C después de 180 minutos en 38 pacientes tratados dexketoprofeno (76%), en 36 tratados con metamizol (72%) y en 20 (40%) con paracetamol (p < 0,001). En el 37% de los pacientes estudiados no se observó descenso de al menos 1.° en la temperatura después de 180 minutos. La figura 1 muestra el descenso medio en la temperatura en cada grupo en los 4 momentos de tiempo y la tabla 2 recoge la media y desviación estándar del descenso de la temperatura para cada fármaco y en cada uno de los momentos estudiados. Se observó un descenso significativo de la temperatura a lo largo del tiempo, pero no hubo interacción de los 3 diferentes tratamientos a lo largo del tiempo, es decir, no hubo ningún tratamiento que bajara más la temperatura que los demás en ninguno de los periodos estudiados. Hemodinámica Las variables sistémicas hemodinámicas se muestran en la tabla 2 expresadas como media y desviación estándar. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos en cuanto a presión arterial media, saturación de oxígeno por pulsioximetría y frecuencia cardíaca a lo largo de los periodos de tiempo estudiados y para cada fármaco antipirético. Así mismo, tampoco hubo diferencias en cuanto al volumen de diuresis recogido durante el periodo de estudio entre los distintos tratamientos. La figura 2 muestra la evolución de la PAM ± la desviación estándar en los 4 periodos de tiempo observados (basalmente, a los 30, 60 y 120 minutos) en cada uno de los 3 grupos. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre los tratamientos en ningún punto de tiempo. Se observó un descenso significativo de la PAM a lo largo del tiempo y hubo una interacción de los 3 diferentes tratamientos en el tiempo. La figura 3 muestra la media del descenso de la PAM en cada grupo. Después de 120 minutos, el descenso medio de la PAM fue de 8,5 ± 13,6 mmHg con paracetamol, 14,9 ± 11,8 mmHg con metamizol y 16,8 ± 13,7 mmHg con dexketoprofeno (p = 0,005). El análisis post-hoc mostraba que el descenso en la PAM en el grupo de paracetamol fue menor que en los grupos de metamizol y dexketoprofeno, y no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de metamizol y dexketoprofeno. Treinta y nueve de los 150 pacientes (26%) estaban recibiendo vasoconstrictores durante el episodio febril: 15 (38,5%) en el grupo de paracetamol, 9 (23%) en el grupo de metamizol y 15 (38,5%) en el grupo de dexketoprofeno. De los 39 pacientes, uno en el grupo de paracetamol llevaba adrenalina, uno en el grupo metamizol llevaba dopamina y todos los demás llevaban noradrenalina a la dosis necesaria para mantener una presión arterial media superior a 65 mmHg. Después de iniciar el tratamiento antipirético, 10 de 15 (66%) pacientes tratados con paracetamol, incluyendo el paciente tratado con adrenalina, tuvieron que incrementar la dosis de vasoconstrictores. Siete de los 9 (77%) del grupo metamizol y 12 de 15 (80%) del grupo dexketoprofeno necesitaron incrementar la dosis de noradrenalina. Se inició tratamiento vasopresor para mantener una adecuada tensión arterial sistémica en 7 pacientes: 1 en el grupo de paracetamol, 2 en el de metamizol y 4 en el de dexketoprofeno. Veintiocho de los 150 pacientes (18,7%) estaban recibiendo vasodilatadores en infusión continua con nitroprusiato o labetalol: 10 (35,7%) en el grupo de paracetamol, 11 (39,3%) en el grupo de metamizol y 7 (25%) en el grupo de dexketoprofeno. Se necesitó bajar la dosis de vasodilatadores en 6 de los 10 (60%) pacientes con paracetamol, 9 de los 11 (81,8%) con metamizol y 5 de los 7 (71,4%) con dexketoprofeno. En 7 de los pacientes que estaban recibiendo vasodilatadores, el tratamiento tuvo que ser suspendido: 3 en el grupo paracetamol, 3 en el grupo metamizol y uno en el grupo dexketoprofeno. En ningún de estos pacientes se necesitó iniciar tratamiento vasoconstrictor. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la necesidad de incremento de vasoconstrictores ni de descenso de vasodilatadores entre los grupos y en todos los pacientes el objetivo fue mantener una presión arterial media por encima de 65 mm Hg. Quince de los 150 pacientes (10%) requirieron tratamiento con fluidos mientras recibieron el tratamiento antipirético para evitar una caída excesiva en la presión arterial. Cuatro pacientes del grupo paracetamol, 5 del grupo metamizol y 6 del grupo dexketoprofeno necesitaron administración de una carga de 250 a 500 cc de cristaloides, administrada durante 30 minutos tras detectarse el descenso de la presión arterial. Veinte pacientes presentaron insuficiencia renal aguda y necesitaron hemodiálisis antes del tratamiento antipirético: 8 en el grupo de paracetamol, 5 en el de metamizol y 7 en el de dexketoprofeno. Después del tratamiento antipirético, un total de 5 pacientes más requirieron hemodiálisis: 4 en el grupo de paracetamol y uno en el de dexketoprofeno. Ninguno de los pacientes estudiados estaba conectado al sistema de diálisis mientras se realizó el estudio. Discusión Nuestros principales hallazgos en este estudio observacional fueron que el paracetamol pareció ser el mejor de los 3 fármacos estudiados en términos de menor disminución de la PAM. Sin embargo, el paracetamol solo fue capaz de disminuir la temperatura al menos un grado a los 180 minutos, en menos de la mitad de los pacientes. Estos hallazgos sugieren que podría ser el fármaco de elección en el tratamiento de un episodio febril cuando el paciente está hemodinámicamente inestable aunque sea improbable alcanzar un descenso significativo de la temperatura. En pacientes con situación hemodinámica estable, el metamizol o el dexketoprofeno podrían ser la primera elección para reducir la temperatura debido a su mayor porcentaje de éxito comparado con el paracetamol. En aquellos pacientes en los que no descendió la temperatura (37%), no sabemos cuál hubiera sido la evolución sin la administración de tratamiento antipirético. Aunque las medidas físicas de enfriamiento son efectivas en disminuir la temperatura de la piel cuando los mecanismos fisiológicos de termorregulación están alterados, son medidas que no disminuyen la temperatura del centro termorregulador y pueden incrementar el malestar y el estrés metabólico en pacientes febriles no sedados 10, Realizamos el estudio con 3 fármacos usados habitualmente: paracetamol, metamizol y dexketoprofeno. Algunos estudios en la literatura comparan cambios en la temperatura y efectos hemodinámicos de fármacos usados en el tratamiento de la fiebre. El efecto antipirético de metamizol y paracetamol ha sido descrito previamente 11–15, Poblete et al.14 observaron que paracetamol y metamizol no producían un descenso en la temperatura clínicamente significativo en pacientes críticos con fiebre, comparado con medidas físicas de enfriamiento. Sin embargo, Gozzoli et al.16 compararon los mismos fármacos metamizol, paracetamol y medidas físicas en el tratamiento de la fiebre y observaron que los 3 tratamientos disminuían igualmente la temperatura. Como en nuestro estudio, estos autores concluyen que metamizol no debería ser considerado el antipirético de primera elección en pacientes inestables hemodinámicamente y debería preferirse el paracetamol. Las conclusiones discordantes entre los estudios de Poblete y Gozzoli, son probablemente debidas al pequeño número de pacientes estudiados en cada grupo, 20 en el primero y 30 en el segundo. Oborilová et al.11 estudiaron 254 episodios febriles, principalmente en pacientes hemato-oncológicos, tratados con metamizol, diclofenaco y paracetamol. Encontraron que todos los fármacos tenían un efecto antipirético significativo, pero que metamizol fue mejor que paracetamol en mejorar el malestar asociado a la fiebre. Este estudio sin embargo, no incluía pacientes críticos y por otro lado, al tratarse de pacientes hemato-oncológicos, las alteraciones inmunes por el propio tumor o por el tratamiento asociado, pudieron tener influencia en el valor de la temperatura. En nuestro estudio, encontramos que los 3 fármacos inducían un descenso en la PAM. De 39 pacientes que estaban recibiendo tratamiento vasoconstrictor, un alto porcentaje en cada grupo requirió incremento de la dosis del mismo y en 7 pacientes se tuvo que iniciar tratamiento vasoconstrictor. Del total de 28 pacientes que estaban recibiendo vasodilatadores, la dosis de los mismos tuvo que ser disminuida en una alta proporción de pacientes y suspendida en 7 de los 28 pacientes. En este grupo de pacientes, el efecto hipotensor de los fármacos antipiréticos pudo haberse magnificado por la infusión concomitante de un fármaco vasodilatador. Sin embargo, al tratarse de un porcentaje bajo de pacientes, distribuidos homogéneamente en todos los grupos de tratamiento, especulamos que este efecto es poco relevante en el resultado final. A pesar de estos cambios hemodinámicos, el volumen de diuresis no se modificó durante los 120 minutos del seguimiento. Estos resultados son comparables con otros en los que el metamizol había mostrado un descenso significativo de la PAM comparado con el paracetamol. Utilizando metamizol, ketorolaco y paracetamol como tratamiento del dolor postoperatorio en pacientes críticos, Avellaneda et al.17 observaron un descenso en la presión arterial radial en los 3 grupos de tratamiento, mientras que Hoigne et al.18 reportaron un descenso significativo en la presión sistólica en pacientes tratados con metamizol. Cruz et al.15 también describieron un descenso en la PAM y en otras variables hemodinámicas después de la administración de metamizol o paracetamol en 60 pacientes con fiebre. En el caso de la hipotensión inducida por metamizol esta se explicaba por el efecto relajante sobre las células de músculo liso, lo cual induce vasodilatación periférica 16, Nuestro estudio tiene varias limitaciones. Primero, el diseño del estudio. Al tratarse de un estudio observacional y no aleatorizado ni enmasacarado, hace que los resultados no sean concluyentes. La elección del tratamiento antipirético basada en la decisión del médico responsable, puede haber introducido un sesgo de selección fármaco-paciente. Segundo, al no haber comparado los efectos de los 3 fármacos con medidas físicas de enfriamiento como se ha hecho en otros estudios, las comparaciones son limitadas. Tercero, nosotros registramos la temperatura axilar pero no la temperatura central, que solo registramos de forma rutinaria en nuestra Unidad de Cuidados Intensivos una o 2 veces al día. Cuarto, el American College of Critical Care Medicine y la Infectious Diseases Society of America consideran fiebre como temperatura superior a 38,3° C 19, En nuestra UCI, sin embargo, tratamos pacientes con temperatura de 38° C o superior y repercusión clínica. Nuestro estudio refleja solo nuestra práctica clínica diaria. Quinto, la dosis administrada no se calculó en función del peso corporal y la dosis estándar prescrita pudo haber influido en los resultados. Sexto, no registramos medidas en referencia al dolor. En nuestra UCI, los pacientes bajo ventilación mecánica reciben sedación y analgesia para mantener una Ramsay Sedation Scale 20 entre 2 y 3. En nuestro estudio, 123 pacientes estaban en ventilación mecánica en el momento del episodio febril, pero no disponemos de datos específicos sobre la situación de dolor de los pacientes incluidos por lo que no podemos descartar el efecto hemodinámico del dolor. No queda claro si la fiebre es en sí misma beneficiosa o dañina 4,21, Hay datos de estudios en animales con infección que afirman que la fiebre es beneficiosa y no hay evidencia de que la administración de antipiréticos modifique la mortalidad 1, La fiebre complementa la defensa inmunológica del huésped frente a la infección 22 y activa algunos parámetros de la función inmune: activación de células T, producción de citoquinas y anticuerpos y función de neutrófilos y macrófagos 23, Por otro lado, una elevada temperatura corporal puede estar asociada con numerosos efectos deletéreos como el incremento del gasto cardíaco, el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono. Estos cambios pueden ser mal tolerados por pacientes críticos con limitada reserva cardiorespiratoria 24, Los efectos negativos hemodinámicos y metabólicos de la fiebre son particularmente indeseables si existe una afectación cardíaca previa o en una situación clínica de sepsis en la cual la función miocárdica está deprimida 25, Además, durante o después de un periodo de isquemia cerebral o trauma, la hipertermia incrementa de forma notable el grado de daño neuronal resultante 26, Todos estos datos sugieren que el tratamiento de un episodio febril debe ser evaluado individualmente teniendo en cuenta los beneficios y los posibles efectos secundarios 27, En resumen, el dexketoprofeno y el metamizol tuvieron un mejor efecto antipirético a las dosis estudiadas, pero un peor perfil hemodinámico. Por el contrario, el paracetamol, mostró un estatus hemodinámico más estable pero menor perfil antipirético. Las características de cada paciente deberían ser tenidas en cuenta cuando se prescribe un agente antipirético para evitar la inestabilidad hemodinámica. Sin embargo, son necesarios nuevos estudios con un diseño aleatorizado, para poder establecer resultados concluyentes. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografía M. Ryan, M.M. Levy. Clinical review: fever in intensive care unit patients. Crit Care Med, 7 (2003), pp.221-225 P.E. Marik. Fever in the ICU. Chest, 117 (2000), pp.855-869 B.A. Cunha, K.W. Shea. Fever in the intensive care unit. Infect Dis Clin North Am, 10 (1996), pp.185-209 B. Styrt, B. Sugarman. Antipyresis and fever. Arch Intern Med, 150 (1990), pp.1589-1597 E. Viel, A. Langlade, M. Osman, P. Bilbault, J.J. Eledjam. Propacetamol: from basic action to clinical utilization. Ann Fr Anesth Reanim, 18 (1999), pp.332-340 M.J. Barbanoj, R.M. Antonijoan, I. Gich. Clinical pharmacokinetics of dexketoprofen. 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¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto el metamizol?
Metamizol PDM Antiinflamatorio no esteroideo (AINE) derivado de la pirazolona. Como tal, inhibe la síntesis de las prostaglandinas. También llamado dipirona: agente antiinflamatorio, analgésico y antitérmico no narcótico. El principio activo, metamizol, puede presentarse en forma de metamizol sódico o metamizol magnésico.
- Es un analgésico comparable al ácido acetilsalicílico (menos gastrolesivo) y superior al paracetamol en dolores agudos de tipo moderado o medio.
- Relaja ligeramente la musculatura lisa, por lo que resulta especialmente útil en dolores de tipo cólico.
- No sustituye a un opioide en aquellos dolores posoperatorios que así lo requieran.
Valorar relación beneficio-riesgo. Neonatos y niños Niños de los 3 a los 11 meses:
- Vía oral: autorizado (A) en su forma oral (metamizol sódico o magnésico). El uso oral de la forma parenteral se considera off-label ( E: off-label ).
- Vía intramuscular: autorizada tanto en su forma magnésica como sódica ( A ).
- Vía intravenosa: tanto en administración intravenosa intermitente (bolo lento) como en perfusión continua es un uso off-label ( E: off-label ).
Niños de 1-18 años:
- Vía oral: autorizado ( A ) en su forma oral (metamizol sódico o magnésico). El uso oral de la forma parenteral se considera off-label ( E : off-label ).
- Vía intramuscular: autorizada tanto en su forma magnésica como sódica ( A ).
- Vía intravenosa: el uso en perfusión intravenosa intermitente (bolo lento) está autorizado ( A ), mientras que la perfusión continua es off-label,
Indicaciones: Vía oral:
- Tratamiento del dolor agudo posoperatorio o postraumático.
- Dolor de tipo cólico.
- Dolor de origen tumoral.
- Fiebre alta que no responde a otros antitérmicos.
Vía rectal y vía intramuscular o intravenosa lenta:
- Dolores posoperatorios no intensos.
- Cólicos.
- Dolores neoplásicos.
- Crisis de migrañas.
DOSIS Y PAUTAS DE ADMINISTRACIÓN: Vía oral Metamizol sódico (jarabe)*, metamizol magnésico (comprimidos):
- Lactantes >4 meses y niños hasta 6 años: 50-150 mg (2-6 gotas) hasta 4 veces/día.
- Niños de 7 a 14 años: 250-375 mg (0,5-0,75 ml) hasta 4 veces por día.
- A partir de 15 años (o >53 kg): 500 mg (1 ml) o 1 comprimido de 575 mg, 3 o 4 veces por día, en intervalos de 4 a 6 horas (máximo 6 veces al día, 3450 mg). Dolor oncológico: 1 g cada 6-8 h. En general, dosis máx. de metamizol magnésico: 4000 mg/día.
- La dosificación del metamizol sódico por kilo de peso equivale a una dosis recomendada de 12,5 mg/kg/dosis.
- *En niños <7 años o hasta 23 kg de peso se debe dosificar la solución oral con el cuentagotas que incluye el envase 20 ml, que permite dosificar en gotas (1 gota = 25 mg metamizol sódico).
- *En niños >7 años o de 23 kg de peso se debe dosificar la solución oral mediante la jeringa para uso oral que incluye el envase de 30 ml, y que permite dosificar hasta 2 ml (1 ml = 500 mg metamizol sódico).
- Vía rectal
- Metamizol magnésico:
- Niños de 3 a 11 años: 1 supositorio infantil (500 mg), que puede repetirse hasta 4 veces en 24 horas a intervalos regulares.
- Niños de 1 a 3 años: medio supositorio infantil (250 mg), que puede repetirse 3 o 4 veces al día.
Vía intramuscular o intravenosa lenta (no más de 1 ml/minuto): Metamizol magnésico:
- Como analgésico:
- Niños de 3 a 11 meses: vía intramuscular o intravenosa lenta, 6,4-17 mg/kg.
- Niños de 1 a 14 años: vía intramuscular o intravenosa, 6,4-17 mg/kg hasta cada 6 horas.
- A partir de los 15 años o >53 kg: 1000 mg cada 6-8 horas, máximo recomendado: 4000 mg (80 mg/kg/día); de forma excepcional, 5000 mg (100 mg/kg/día).
- En perfusión continua, la dosis recomendada es de 3,3 mg/kg/h.
- Como antipirético: dosis de 10 mg/kg/dosis es suficiente.
Metamizol sódico*:
- Niños de 3 a 11 meses: solo vía IM- 5-9 mg/kg. Máximo 100 mg/6 h en lactantes de 3-5 meses, y 150 mg/6 h en lactantes 6-11 meses.
- Niños de 1 a 14 años: vía intramuscular o intravenosa: 5-8 mg/kg hasta cada 6 horas.
- A partir de los 15 años: 1000 mg, hasta un máximo de 5 veces/día.
*En España únicamente disponible en combinación con metilbromuro de escopolamina. En su ficha técnica se especifica: No se recomienda el uso de este medicamento en niños ni en adolescentes (menores de 18 años) ya que no se ha establecido la seguridad y eficacia en estos pacientes. No debe administrarse a niños menores de 12 meses de edad.
- Neonatos y lactantes menores de 3 meses o de menos de 5 kg de peso corporal.
- Hipersensibilidad conocida al metamizol o a otras pirazolonas o pirazolidinas (isopropilaminofenazona, propifenazona, fenazona y fenilbutazona). Pacientes que han reaccionado con una agranulocitosis tras la administración de estas sustancias.
- Pacientes con síndrome conocido de asma o intolerancia (urticaria-angioedema) por analgésicos no narcóticos: paracetamol, ácido acetilsalicílico o antiinflamatorios no esteroideos.
- Pacientes con porfiria hepática intermitente aguda.
- Pacientes con deficiencia congénita de glucosa 6-fosfato-deshidrogenasa.
- Pacientes con alteraciones de la función de la médula ósea o enfermedades del sistema hematopoyético.
- Pacientes con hipotensión o hemodinámicamente inestables (vía parenteral).
- Inyección intraarterial.
Cuando aparezcan signos de agranulocitosis o trombocitopenia, se debe interrumpir inmediatamente la administración de metamizol y se debe controlar el recuento sanguíneo, incluyendo la fórmula leucocitaria, Los signos típicos de agranulocitosis incluyen lesiones mucosas inflamatorias (por ejemplo, orofaríngeas, anorrectales, genitales), dolor de garganta, fiebre (incluyendo fiebre persistente inexplicable o recurrente).
- En pacientes que reciben antibióticos estos signos pueden ser mínimos.
- La velocidad de sedimentación globular se incrementa considerablemente, mientras que el tamaño de los nódulos linfáticos no aumenta o aumenta solo ligeramente.
- En los siguientes grupos de pacientes, el riesgo de posibles reacciones anafilactoides graves con metamizol es claramente más elevado: pacientes con síndrome de asma por analgésicos o con intolerancia a los mismos, del tipo urticaria-angioedema; asma bronquial, especialmente con rinosinusitis y pólipos nasales simultáneamente; urticaria crónica; intolerancia a colorantes o conservantes, a alcohol.
Si se administra metamizol en estos casos, el paciente debe ser controlado estrechamente por el médico y se debe garantizar la disponibilidad de medidas de urgencia. Los pacientes que experimenten reacciones anafilactoides con metamizol también presentan un riesgo especial a reaccionar del mismo modo a otros analgésicos no narcóticos.
Los pacientes que experimenten una reacción anafiláctica u otra reacción inmunológica con metamizol (por ejemplo, agranulocitosis), también presentan un riesgo especial a reaccionar del mismo modo con otras pirazolonas y pirazolidinas. Dado que en los casos de insuficiencia renal o hepática la velocidad de eliminación disminuye, debe evitarse la administración de dosis elevadas.
Únicamente en tratamientos de corta duración no es necesaria una reducción de la dosis. Valorar individualmente las asociaciones de pirazolonas con anticolinérgicos, espasmolíticos, opioides menores (codeína), sedantes, antihistamínicos (productos antigripales), o miorrelajantes centrales y estimulantes del sistema nervioso central (SNC) (cafeína), sobre todo en los tratamientos de síntomas banales.
- Digestivos: la mayoría de las reacciones adversas registradas fueron náuseas, sequedad de boca y vómitos. Se han observado erosiones gástricas con 3 g diarios de metamizol, pudiendo marcar esta dosis el límite de tolerancia gástrica en uso crónico. Muchos pacientes habían recibido de forma concomitante otros tratamientos (por ejemplo, AINE) asociados con la hemorragia gastrointestinal o habían sufrido una sobredosis de metamizol.
- Hematológicos: leucopenia, agranulocitosis, trombocitopenia. La incidencia real de agranulocitosis es muy baja: del orden de 5-8 casos/millón de habitantes/año y la de anemia aplásica, de 2-3 casos millón de habitantes/ año. Las reacciones de agranulocitosis no dependen de la dosis y pueden ocurrir en cualquier momento durante el tratamiento.
- Reacciones anafilácticas o anafilactoides: picor, urticaria, hinchazón, angioedema, broncoespasmo, arritmias, choque. Debe tenerse en cuenta, al escoger la vía de administración, que el riesgo de experimentar reacciones anafilácticas o anafilactoides es mayor cuando se utiliza la vía parenteral. Choque anafiláctico: estas reacciones se producen principalmente en pacientes sensibles. Por lo tanto, en pacientes asmáticos o atópicos se deberá prescribir metamizol con precaución.
- Dermatológicas: erupciones, síndrome de Stevens-Johnson o síndrome de Lyell.
- Otras: la reacción adversa más frecuente es dolor en el lugar de la inyección, seguida de sensación de calor y sudoración. Reacciones de hipotensión, cuyo riesgo se incrementa en los casos de administración intravenosa rápida. Color rojo en la orina.
- En uso crónico no está exento de producir alteraciones renales: empeoramiento agudo de la función renal, proteinuria, oliguria o anuria, insuficiencia renal aguda, nefritis.
A altas dosis potencia el efecto de fármacos depresores del sistema nervioso central. Sobredosis: La intoxicación aguda puede llegar a provocar convulsiones, coma, paro respiratorio y cuadros de insuficiencia hepática y renal. Tras la sobredosis por administración oral, limitar la absorción sistémica: lavado gástrico, carbón activado.
- Con los barbitúricos y la fenilbutazona se aprecia una reducción mutua de sus acciones.
- El metamizol es potenciado por otros derivados pirazolónicos y por el PAS.
- El metamizol a dosis altas potencia la acción de algunos depresores del SNC, como pueden ser algunos fármacos tricíclicos, diversos hipnóticos y clorpromazina.
- Metamizol potencia la acción de los anticoagulantes orales (acenocumarol, warfarina), con riesgo de hemorragia. Por ello, es aconsejable aumentar el control de los pacientes bajo tratamiento con este tipo de fármacos.
- Ciclosporina, tacrolimus: se potencia el riesgo de nefrotoxicidad.
- Junto con alcohol pueden potenciarse los efectos de ambos.
Farmacocinética: De 30 a 60 minutos después de la administración oral puede esperarse un claro efecto terapéutico. La vida media de eliminación del metamizol radiomarcado es de aproximadamente 10 horas. La absorción de metamizol por vía intramuscular es rápida (menor de 30 minutos) y alcanza una concentración máxima en 1 a 1,5 horas.
- Tras la administración intravenosa, la vida media plasmática es de aproximadamente 14 minutos para el metamizol.
- Los niños eliminan metamizol más rápidamente que los adultos.
- Incompatibilidades:
- No deberá añadirse el contenido de la ampolla de metamizol a soluciones intravenosas de gran volumen correctoras del pH, PAS o para nutrición parenteral (aminoácidos, lípidos).
- Debido a la posibilidad de incompatibilidades no debe mezclarse con otros fármacos en la misma jeringa.
- Fichas técnicas del Centro de Información online de Medicamentos de la AEMPS-CIMA, Madrid, España: Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), Disponible en:
- EMA recommends aligning doses of metamizole medicines and their use during pregnancy and breastfeeding EMA/191666/2019, Disponible en:
- Domeque Valiente N, Prieto Andrés P, Lozano Ortiz R, et al. Interacción farmacocinética entre metadona y metamizol: a propósito de 53 casos. Med Clin (Barc).2011;138(11):498-9.
- Flórez J. Farmacología Humana.5.ª ed. Barcelona: Elsevier Masson; 2008.
- Gozzoli V, Treggiari MM, Kleger GR, et al, Randomized trial of the effect of antipyresis by metamizol, propacetamol or external cooling on metabolism, hemodynamics and inflammatory response. Intensive Care Med.2004 Mar;30(3):401-7.
- Vademecum, Madrid, España: UBM Medica Spain S.A., Disponible en:
Fecha de actualización: febrero de 2022. La información disponible en cada una de las fichas del Pediamécum ha sido revisada por el Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría y se sustenta en la bibliografía citada. Estas fichas no deben sustituir en ningún caso a las aprobadas para cada medicamento por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) o la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Neonatos y niños< 3 meses o <5 kg de peso : ( E:off-label ) Niños de los 3 a los 11 meses •Vía oral: autorizado (A) en su forma oral (metamizol sódico o magnésico). El uso oral de la forma parenteral se considera off-label (E:off-label). •Vía intramuscular: autorizada tanto en su forma magnésica como sódica ( A ). •Vía intravenosa: tanto en administración intravenosa intermitente (bolo lento) como en perfusión continua es un uso off-label ( E: off-label ). Niños de 1-18 años : •Vía oral: autorizado (A) en su forma oral (metamizol sódico o magnésico). El uso oral de la forma parenteral se considera off-label (E: off-label). •Vía intramuscular: autorizada tanto en su forma magnésica como sódica ( A ). •Vía intravenosa: el uso en perfusión intravenosa intermitente (bolo lento) está autorizado (A), mientras que la perfusión continua es off-label, Indicaciones Vía oral •Tratamiento del dolor agudo post-operatorio o.post-traumático. •Dolor de tipo cólico. •Dolor de origen tumoral. •Fiebre alta que no responde a otros antitérmicos. Vía rectal y vía intramuscular o intravenosa lenta •Dolores postoperatorios no intensos. •Cólicos. •Dolores neoplásicos. •Crisis de migrañas. Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría. Pediamécum. Edición 2015. ISSN 2531-2464., Disponible en: https://www.aeped.es/comite-medicamentos/pediamecum/metamizol. Consultado el 14/06/2023. : Metamizol
¿Qué pasa si tomo 4 metamizol?
La sobredosis de dipiridona produ- ce trastornos digestivos con náuseas, vómitos y dolor abdominal. Dosis mayores de 10 gramos o en un cor- to plazo de tiempo pueden producir manifestaciones neurológicas (vértigos, alucinaciones, convulsiones y finalmente coma).
¿Qué pasa si tomo 4 pastillas de metamizol?
El cuadro de intoxicación aguda por sobredosis de metamizol se asocia a la aparición de vértigo, dolor abdominal, taquicardia y somnolencia, pudiendo llegar a convulsiones, shock y coma, que se produce en raras ocasiones. También se ha descrito hipotermia e hipotensión.
¿Qué pasa si me tomo 5 metamizol?
Los síntomas de sobredosis corresponden a una intensificación de los efectos adversos descritos, tales como: escalofríos, vértigo, náuseas, disminución en la frecuencia para orinar.
¿Cómo se llama el analgésico más fuerte?
Analgésicos Usted esta aquí: https://medlineplus.gov/spanish/painrelievers.html Otros nombres: Calmantes para el dolor, Medicamentos para el dolor Los analgésicos son medicinas que reducen o alivian los dolores de cabeza, musculares, artríticos o muchos otros achaques y,
- Existen muchos tipos diferentes de analgésicos y cada uno tiene sus ventajas y riesgos.
- Algunos tipos de dolor responden mejor a determinadas medicinas que a otras.
- Además, cada persona puede tener una respuesta ligeramente distinta a un analgésico.
- Los medicamentos de son buenos para combatir muchos tipos de dolor.
Existen dos tipos principales de analgésicos sin receta: acetaminofén (Tylenol) y antiinflamatorios no esteroideos. La aspirina, el naproxeno (Aleve) y el ibuprofén (Advil, Motrin) son ejemplos de antiinflamatorios no esteroideos sin receta. Si los medicamentos sin receta no le alivian el dolor, el médico puede indicarle algo más fuerte.
Muchos de estos antiinflamatorios se encuentran disponibles en mayores dosis con receta médica. Los analgésicos más potentes son los, Estos son muy efectivos pero a veces pueden causar graves efectos secundarios. También está el riesgo de provocar adicción. Por ello, usted debe tomarlos solamente bajo supervisión médica.
Existen muchas cosas que puede hacer para combatir el dolor. Los analgésicos son sólo una parte del plan de tratamiento. La información disponible en este sitio no debe utilizarse como sustituto de atención médica o de la asesoría de un profesional médico.
¿Qué analgésico es menos dañino?
Paracetamol – El acetaminofén se suele recomendar como tratamiento de primera línea para el dolor leve a moderado. Se puede tomar para aliviar el dolor de cabeza, por lesiones cutáneas o por afecciones de los músculos y huesos. El acetaminofén a menudo se receta para ayudar a controlar la osteoartritis y el dolor de espalda.
- Nombre genérico (marca). Acetaminofén (Tylenol, otros).
- Cómo funciona. Se cree que el acetaminofén bloquea la producción de prostaglandinas en el sistema nervioso central. Estas son sustancias similares a las hormonas involucradas en el dolor y la inflamación. A diferencia de los antiinflamatorios no esteroides, el acetaminofén no combate la inflamación en el lugar de la lesión, solo ayuda con el dolor.
- Riesgos y beneficios. El acetaminofén, por lo general, se considera más seguro que otros analgésicos. No provoca efectos secundarios como dolor ni sangrado estomacal. Sin embargo, tomar más de la dosis recomendada o tomar acetaminofén con alcohol aumenta el riesgo para daño a los riñones e insuficiencia hepática con el tiempo.
- En resumen. El acetaminofén, por lo general, es una primera opción segura para varios tipos de dolor, como el dolor crónico. Pídele orientación al proveedor de atención médica sobre qué otros medicamentos debes evitar mientras estés tomando acetaminofén. El acetaminofén no es tan eficaz como los antiinflamatorios no esteroides para el tratamiento del dolor de rodilla y cadera relacionado con la osteoartritis.
¿Cómo se llama el calmante fuerte?
Una pastilla mil veces más fuerte que la morfina Un paciente es operado en un quirófano. / GVA – Archivo EUROPA PRESS Madrid La poderosa FDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, ha autorizado la venta de «Dsuvia», un calmante 1.000 veces más potente que la morfina. Sin embargo, el presidente del Comité Asesor de Medicamentos Anestésicos y Analgésicos de la propia FDA, Raeford Brown, había pedido que no lo hiciera, porque el consumo excesivo de opiáceos ha provocado ya una grave crisis en este país, con más de 100 muertes diarias por sobredosis,
Y todavía hay más. El abuso de los opiáceos genera unas pérdidas económicas anuales de más de 78.000 millones de euros al año, por las bajas laborales y la atención médica que requieren. Ante el aluvión de críticas, la FDA ha emitido un comunicado que en el que muestra su preocupación por el consumo ilegal de opiáceos en Estados Unidos, pero justifica la aprobación del «Dsuvia» porque es un «medicamento prioritario para el Pentágono»,
Y ésta es la razón: este nuevo analgésico no es sólo mucho más fuerte, sino que su forma de aplicación es muy sencilla, ya que basta con colocar una simple pastilla debajo de la lengua del paciente. Y sin duda esto facilita su uso en el campo de batalla, según reconoce la propia FDA.
¿Qué pasa si tomo 4 metamizol?
La sobredosis de dipiridona produ- ce trastornos digestivos con náuseas, vómitos y dolor abdominal. Dosis mayores de 10 gramos o en un cor- to plazo de tiempo pueden producir manifestaciones neurológicas (vértigos, alucinaciones, convulsiones y finalmente coma).
¿Qué pasa si tomo 4 pastillas de metamizol?
El cuadro de intoxicación aguda por sobredosis de metamizol se asocia a la aparición de vértigo, dolor abdominal, taquicardia y somnolencia, pudiendo llegar a convulsiones, shock y coma, que se produce en raras ocasiones. También se ha descrito hipotermia e hipotensión.