¿Enfermo imaginario? La principal característica de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal u otro signo que aparezca en el cuerpo.
¿Qué pasa si pienso mucho en una enfermedad?
Enlaces relacionados – Trastorno somatomorfo El trastorno de ansiedad por enfermedad, a veces denominado hipocondriasis o ansiedad por la salud, implica preocuparse excesivamente por tener o poder contraer una enfermedad grave. Es posible que no tengas síntomas físicos.
O bien, puedes creer que las sensaciones corporales normales o los síntomas menores son signos de una enfermedad grave, aunque un examen médico exhaustivo no revele una enfermedad grave. Puedes experimentar ansiedad extrema y relacionar sensaciones corporales, como contracciones musculares o fatiga, con una enfermedad grave específica.
Esta ansiedad excesiva, más que el síntoma físico en sí mismo, ocasiona una angustia intensa que puede afectar tu vida. El trastorno de ansiedad por enfermedad es un trastorno a largo plazo cuya gravedad puede fluctuar. Puede aumentar con la edad o durante los momentos de estrés.
¿Cómo superar el miedo a la enfermedad?
Es una preocupación de que los síntomas físicos son signos de una enfermedad grave, incluso cuando no exista ninguna evidencia médica para respaldar la presencia de un padecimiento de salud. Las personas con el trastorno de ansiedad por enfermedad están demasiado concentradas y siempre pensando en su salud física.
- Tienen un miedo irreal de tener o desarrollar una enfermedad grave.
- Este trastorno se presenta por igual en hombres y mujeres.
- La forma como las personas con el trastorno de ansiedad por enfermedad piensan acerca de sus síntomas físicos puede hacerlos más propensos a padecer esta afección.
- A medida que ellos se enfocan y se preocupan por las sensaciones físicas, comienza un ciclo de síntomas y preocupación, el cual puede ser difícil de detener.
Es importante darse cuenta que las personas con trastorno de ansiedad por enfermedad no crean estos síntomas intencionalmente. Ellas son incapaces de controlar los síntomas. Las personas que tienen antecedentes de maltrato físico o abuso sexual son más propensas a padecer el trastorno de ansiedad por enfermedad.
Pero esto no significa que toda persona con este trastorno tenga una historia de maltrato. Las personas con el trastorno de ansiedad por enfermedad son incapaces de controlar sus miedos y preocupaciones. Con frecuencia, creen que cualquier síntoma o sensación es un signo de una enfermedad seria. Ellos buscan el consuelo de la familia, los amigos o proveedores de atención médica de manera regular.
Se sienten bien a lo sumo durante un tiempo corto y luego empiezan a preocuparse por los mismos síntomas o por síntomas nuevos. Los síntomas pueden alternar y cambiar y con frecuencia son vagos. Las personas con este trastorno a menudo examinan su propio cuerpo.
Algunas pueden reconocer que el temor de tener una enfermedad grave es irracional o infundado. El trastorno de ansiedad por enfermedad es diferente del trastorno de síntomas somáticos, Con este último, la persona tiene dolor u otros síntomas físicos, pero no se encuentra la causa médica. El proveedor lo examinará.
Se pueden ordenar exámenes para buscar enfermedad. Se puede hacer una evaluación psiquiátrica para buscar otros trastornos conexos. Es importante tener una relación de apoyo con el proveedor. Debe tener únicamente un proveedor de atención primaria. Esto es para evitar demasiados exámenes y procedimientos.
A reconocer lo que parece empeorar los síntomasA desarrollar métodos para manejar los síntomasA mantenerse más activo, incluso si todavía tiene los síntomas
Si la psicoterapia no funciona o solo funciona parcialmente, los antidepresivos pueden ayudar a reducir la preocupación y los síntomas físicos de este trastorno. Generalmente, el trastorno es prolongado (crónico), a menos que se traten los factores psicológicos o los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo. Las complicaciones del trastorno de ansiedad por enfermedad pueden incluir:
Complicaciones por pruebas médicas invasivas para buscar la causa de los síntomasDependencia de analgésicos o sedantesDepresión, ansiedad o trastorno de pánicoPérdida de tiempo en el trabajo debido a las citas frecuentes con proveedores
Comuníquese con su proveedor si usted o su hijo presentan síntomas del trastorno de ansiedad por enfermedad. Síntomas somáticos y trastornos conexos; Hipocondría American Psychiatric Association. Illness anxiety disorder. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders,5th ed.
- Arlington, VA: American Psychiatric Publishing, 2013:315-318.
- Gerstenblith TA, Kontos N.
- Somatic symptom disorders.
- In: Stern TA, Fava M, Wilens TE, Rosenbaum JF, eds.
- Massachusetts General Hospital Comprehensive Clinical Psychiatry,2nd ed.
- Philadelphia, PA: Elsevier; 2016:chap 24.
- Versión en inglés revisada por: Fred K.
Berger, MD, addiction and forensic psychiatrist, Scripps Memorial Hospital, La Jolla, CA. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team. Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
¿Qué es la hipocondría emocional?
¿Qué es la hipocondría? – «Ya llevo un año con molestias continuas, malestar general, visitas al médico y otros especialistas. Al principio mi mujer se preocupaba, estaba convencida, como yo, de que algo me pasaba. Después de un tiempo no me cree, y empiezo a notar que mis quejas le molestan.
Ellos no creen que me pase nada, me dicen que soy un aprensivo, un quejica, un alarmista. Los médicos me aseguran que estoy sano, pero no me lo creo, estoy convencido de que tengo algo incurable. ¿Qué me está pasando?» Esto me decía una persona que acudía a consulta. Hay dos aspectos comunes en todas las personas que hablan de este tipo de dificultades: un sentimiento de impotencia e incomprensión por parte del entorno familiar y social, y una vivencia real –cierto que subjetiva– de los síntomas, aunque no haya una causa médica o biológica que respalde esos síntomas.
Las estadísticas sobre hipocondría o ansiedad por la salud –como también se denomina– nos dicen que entre un 5% y un 7% de la población están afectados por este desorden emocional (Asociación Americana de Psiquiatría – APA, 2014), pero con seguridad son muchos más.
Es uno de los desórdenes emocionales más estigmatizantes, ya que produce incomprensión por el entorno, burlas, bromas, y en definitiva, mucha angustia y preocupación. Las personas con hipocondría tienden a buscar constantemente información sobre salud en Internet, sobre enfermedades relacionadas con sus molestias.
Acuden con frecuencia a diferentes médicos y especialistas, y a pesar de recibir diagnósticos que aseguran que todo está normal, siguen pensando que padecen una enfermedad, pero que los médicos no han logrado descubrirla aún. Es cierto que la Medicina no es infalible, pero el porcentaje de error en la Medicina es pequeño.
- El problema es que las personas con hipocondría creen que ellas están siempre dentro de ese porcentaje, es decir, que la Medicina se equivoca en su caso, en su dolencia, en su enfermedad.
- Lo cierto es que las personas con hipocondría sufren emocionalmente.
- Viven con un miedo excesivo, con una elevada angustia, y con un sentimiento de incomprensión y aislamiento.
Y es esta necesidad de compartir la angustia, o a confirmar sus propias hipótesis – sesgo de confirmación –, lo que hace que tiendan a leer o participar en medios –foros, páginas web, revistas– que alimentan o justifican sus miedos. O a probar «recetas mágicas» que proponen las pseudociencias, que resuelvan lo que –en teoría– la Medicina no ha podido identificar y resolver. ¿Hay un perfil psicológico de la persona con hipocondría? ¿Qué la provoca? ¿Cómo puedo resolver este problema? ¿Cómo puede ayudar el entorno? Preguntamos a Ana Luque, psicóloga experta Clic para tuitear
¿Por qué siento que estoy enfermo pero no tengo nada?
¿ Enfermo imaginario? La principal característica de la hipocondría es la preocupación y el miedo a padecer, o la convicción de tener, una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal u otro signo que aparezca en el cuerpo.
¿Por qué mi cabeza no deja de pensar?
¿Por qué empiezo a pensar en los demás? ¿Qué hacer cuando pienso mucho? Descubre las claves para saber cómo dejar de pensar en algo y eliminar le hábito de pensar demasiado en los problemas.25 SEP 2021 · Lectura: min. La mayoría de personas tenemos una tendencia a pensar demasiado,
- De hecho, normalmente aquellos que tienen esta tendencia a sobre-pensar las cosas, suelen cuestionar cada decisión que toman e imaginar escenarios diferentes que podrían haber pasado en cada instante.
- Dejar de pensar demasiado es difícil debido a que implica un hábito, pero existe una correlación entre el pensamiento excesivo y los problemas de salud mental, como pueden ser la depresión o la ansiedad.
En muchos casos las personas no suelen reconocer que tienen estos problemas para pensar, Esto sucede ya que nuestro cerebro o más bien nuestra mente, trata de convencernos de que preocuparse o no dejar de pensar en un aspecto puede ser útil de alguna manera.
¿Cómo comienza la hipocondría?
Síntomas de hipocondría –
Las personas hipocondríacas están constantemente preocupadas por su salud y experimentan cualquier cambio de su estado físico como un posible drama. De hecho, está constantemente aterrorizado ante la idea de contraer o padecer alguna enfermedad grave. Viven su salud con una gran ansiedad y están siempre pendientes de sus cuerpos y de los síntomas que puedan padecer. Cualquier signo o síntoma puede ser un motivo de obsesión y preocupación para un hipocondríaco: tos, palpitaciones, cambios en la forma de ir de vientre, cefaleas leves, dolores musculares o articulares leves, lesiones cutáneas, cansancio. Son capaces de describir los síntomas con extrema minuciosidad, reparando en detalles que son completamente intranscendentes pero a los que ellos otorgan suma importancia. La mayoría de pacientes hipocondríacos visitan constantemente tanto a su médico de cabecera, como a especialistas para que les hagan exploraciones complementarias y pruebas. El hecho de hacerlas puede tranquilizarles temporalmente, pero no durante mucho tiempo. Es altamente sugestionable desde un punto de vista negativo y cualquier nueva enfermedad que descubra o de la que oiga hablar podrá ser suficiente para espolear su imaginación y hacer que realmente llegue a sentir síntomas nuevos
¿Cuánto dura la hipocondría?
El trastorno: Tiene una duración mínima de seis meses. Causa de una angustia mayor. Interfiere con la vida cotidiana, en lo social y en el trabajo.
¿Dónde se origina la hipocondría?
1. ¿En qué consiste la enfermedad? – La hipocondría o hipocondriasis es una enfermedad por la que el paciente cree —de forma infundada— que padece alguna enfermedad grave. El origen del término hace referencia a una región anatómica, el hipocondrio, situada bajo las costillas y el apófisis xifoides (la punta) del esternón, donde, se creía que se acumulaban los vapores causantes de este mal.
La hipocondría es, en esencia, una actitud que el individuo adopta ante la enfermedad. La persona hipocondríaca se somete constantemente a un autoanálisis minucioso y preocupado, incluso obsesivo, de las funciones fisiológicas básicas, y piensa en ellas como una fuente de segura enfermedad biológica.
Es el temor constante de tener una enfermedad grave, aun cuando los médicos le han dicho que no es así. Debido a que usted está muy ansioso por su salud, es posible que consulte a varios médicos. Cuando los médicos le informen que no tiene ningún problema serio de salud, es posible que usted no les crea.
- La hipocondriasis puede hacer que usted se sienta muy frustrado y deprimido.
- La característica esencial de la hipocondría es la preocupación y el miedo o la convicción de padecer una enfermedad grave, a partir de la interpretación personal de alguna sensación corporal o de casi cualquier otro signo que aparezca en el cuerpo.
Puede ocurrir, por ejemplo, con lunares, con pequeñas heridas, con la tos, incluso con los latidos mismos del corazón, con movimientos involuntarios o con sensaciones físicas no muy claras. Aunque el médico le asegure que no presenta enfermedad alguna, el hipocondríaco solamente se queda tranquilo durante un momento, pero su preocupación por lo general vuelve de nuevo.
¿Cómo saber si un dolor es psicosomático?
El dolor crónico psicosomático es aquel que se prolonga más allá de un tiempo razonable sin una causa física identificable. Esto implica períodos continuos de dolor que superan de los tres a seis meses, sin respuesta a los tratamientos médicos, acompañándose de trastornos psicológicos.
¿Qué es la ansiedad grave?
Se definen cuatro niveles de ansiedad en función de sus efectos: –
Ansiedad leve, asociada a tensiones de la vida diaria. La persona se encuentra en situación de alerta y su campo de percepción aumenta. Este tipo de ansiedad puede propiciar el aprendizaje y la creatividad. Ansiedad moderada, en la cual la persona se centra sólo en las preocupaciones inmediatas. Esto implica una disminución del campo de percepción. La persona bloquea determinadas áreas, pero puede reconducirse si se centra en ello. Ansiedad grave. Hay una reducción significativa del campo perceptivo. La persona puede centrarse en detalles específicos, sin poder pensar nada más. La conducta se centra en aliviar la ansiedad. Angustia: temor, miedo, terror. La persona es incapaz de realizar ninguna actividad, ni aun siendo dirigida. La angustia supone una desorganización de la personalidad, y puede ser fatal, ya que un período prolongado de angustia podría producir agotamiento y muerte. Se manifiesta por un aumento de la actividad motora, disminución de la capacidad para relacionarse, percepción distorsionada y pérdida del pensamiento racional,
Existen diferentes maneras de clasificar los trastornos de ansiedad, Según la Asociación de Psiquiatría Americana se clasifican del siguiente modo:
Ataques de pánico (crisis de ansiedad, crisis de angustia, panic attack): Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de otros síntomas (palpitaciones, temblores, escalofríos, sudoración, opresión en el pecho, sensación de ahogo o atragantamiento, nauseas o molestias abdominales, mareos, miedo a morir o a perder el control,) que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos. Agorafobia : Aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil (o embarazoso), o donde no se dispone de ayuda, o más o menos relacionada con una situación (pasar por un puente, o viajar en autobús, tren o automóvil). Se suele relacionar con el trastorno de angustia. Fobia específica : Temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o situación específicos (p. ej., volar, precipicios, animales, administración de inyecciones, visión de sangre). Fobia social : Temor acusado y persistente que se desencadena ante una o más situaciones sociales en las que la persona se siente evaluada o expuesta a desconocidos/otros semejantes que no son de su confianza. Trastorno por estrés postraumático : La persona ha estado expuesta a un acontecimiento extraordinariamente traumático (muerte, amenaza de vida,.), y éste es reexperimentado persistentemente a través de recuerdos, sueños. Existe una evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo. Trastorno por estrés agudo : Durante o después de un acontecimiento traumático, el individuo presenta varios de los siguientes síntomas:
sensación subjetiva de embotamiento, desapego o ausencia de reactividad emocional reducción del conocimiento de su entorno (p. ej., estar aturdido) sentimientos de extrañeza (con uno mismo o con el entorno) amnesia selectiva (p. ej., incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma). conductas evitativas
Trastorno de ansiedad generalizada : Ansiedad y preocupación excesivas sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades (como el rendimiento laboral o escolar), que se prolongan más de 6 meses. Al individuo le resulta difícil controlar este estado de constante preocupación. Suelen aparecer los siguientes síntomas:
inquietud o impaciencia
fatigabilidad fácil
dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco irritabilidad tensión muscular alteraciones del sueño
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias : cuando los síntomas aparecen durante la intoxicación o abstinencia (o en el primer mes siguiente) por un tóxico o medicamento. Los más frecuentes son: alcohol, alucinógenos, anfetaminas o sustancias similares, cafeína, cannabis, cocaína, inhalantes, sedantes, hipnóticos o ansiolíticos etc.
¿Qué pasa si mi mente piensa cosas que no quiero pensar?
Mi cabeza piensa cosas que no quiero pensar – Aunque todos podemos experimentar este tipo de pensamientos en algún momento y ser completamente inocuos, algunos pueden ser inquietantes y provocarnos malestar. En ocasiones, los pensamientos intrusivos se pueden experimentar como egodistónicos, lo que significa que son pensamientos que entran en conflicto con los valores o la autoimagen que tiene la persona de sí misma.
Dicho de otra forma, la persona los percibe como inaceptables. Cuando aparecen pensamientos (o imágenes) que no se desean, éstos pueden desencadenar una interpretación irracional de los propios pensamientos (por ejemplo, «estos pensamientos no son de una persona normal», «es malo tener estos pensamientos» o «si pienso estos significa que lo haré»).
Esto, junto con los intentos de control de los mismos (compulsiones), acaba generando lo que entendemos por obsesiones. A veces, estos pensamientos pueden ser de una temática a la que se le da mucha importancia, siendo significativa para la persona. Esto puede suceder con pensamientos intrusivos relacionados con la violencia, agresividad o la sexualidad y suelen estar desencadenados por señales externas.
¿Qué le pasa al cerebro si pensamos mucho?
Tus ganas de comer cambian – Pensar demasiado las cosas puede afectar en gran medida a tu apetito. A algunas personas les quita el apetito y a otras se lo aumenta, Esta última posibilidad es muy frecuente. Spiegel lo llama «hambre emocional» y asegura que a mucha gente le pasa porque les distrae e incluso les relaja.
- Muchas personas tienden a recurrir a los alimentos más sabrosos y menos saludables cuando están estresadas, afirma, y recuerda que hay un motivo por el que a los alimentos altos en grasas y azúcares los llaman «comida reconfortante».
- Adicionalmente, el cortisol (la hormona del estrés de la que se ha hablado antes) incrementa el apetito y la motivación por comer, según la Universidad de Harvard,
El primer paso es darte cuenta de que los pensamientos se te están yendo de las manos. Un truco: si estás pensando en más de tres escenarios hipotéticos, estás dándole demasiadas vueltas. A continuación tienes que encontrar una forma de distraerte con tu cuerpo para liberar tus sistemas cognitivos (salir a correr o hacer yoga).
Price utiliza la respiración diafragmática o respiración abdominal profunda con sus pacientes. Esto ayuda a reducir el ritmo cardíaco, a ralentizar la respiración y a recuperar la conciencia de tu propio cuerpo, lo que, además, te aclarará la mente. También recomienda empezar un registro de preocupaciones: 20 minutos antes de dormir, haz una lista con todo lo que te preocupa o lo que tienes que hacer.
«El proceso de escribirlo a mano (no teclearlo) surte un efecto en tu cerebro que te ayuda a salir de esa espiral», señala Price. Hablar con un psicólogo, un amigo o un ser querido te puede mostrar una perspectiva nueva para que te des cuenta de que algo que parecía terrible o complejo no lo es, a fin de cuentas. 10 alimentos contra el estrés En Estados Unidos han demostrado que 40 gramos de chocolate negro al día durante dos semanas reduce los niveles de hormonas de estrés en personas especialmente tensas. Otro estudio realizado por la Universidad de Adelaida, en Australia, ha con. Según una investigación realizada por la Universidad de Madrid, un vaso de vino tinto al día ayuda a prevenir la depresión, la ansiedad y el estrés. El vino mejora la circulación sanguínea, reduce la presión arterial, tiene antiinflamato. Los pistachos ayudan a bajar la presión arterial y controlar el estrés diario y el colesterol. Así lo confirma un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Pennsylvania, también publicado en Hypertension, la revista especializada de la Asoc. Una investigación publicada por el Journal of the American College of Nutrition muestra que una dieta diaria rica en nueces puede ayudar a nuestro cuerpo a contrarrestar los efectos biológicos relacionados con el estrés. Sólo un par de nuece. Contiene grandes cantidades de antioxidantes, tales como vitamina C y anticianósidos, capaces de purificar y proteger a las células del hígado, favoreciendo su regeneración. Para purificarse y desintoxicarse, es recomendable beber un zumo de. Contienen fibras que estimulan la sensación de saciedad, el magnesio tiene calcio y produce un efecto relajante, lo que reduce la ansiedad. Consumidas 3 ó 4 veces a la semana, contribuyen a la desintoxicación del cuerpo y la eliminación de t. Todas las frutas y verduras de color morado contienen anticianinas que protegen contra las enfermedades cardiovasculares, mejoran la claridad mental, neutralizan el estrés oxidativo, e incluso ayudan a prevenir el cáncer. También son recomendables hierbas como la manzanilla, la valeriana, la flor de naranja, el bálsamo de limón, la hierba luisa y la malva. Regenera la flora intestinal y favorece la producción de serotonina, la hormona que produce el cerebro y se relaciona con el bienestar. Para aprovechar las ventajas de sus propiedades, se necesitan 125 g de yogur natural al día.
¿Cómo se llama el problema de pensar mucho?
Overthinking es un término que designa la tendencia a la cavilación obsesiva, a repetir incesantemente patrones de pensamiento que conducen a un círculo vicioso de preocupación, ansiedad, nerviosismo y muchas dudas.
¿Qué pasa con el cerebro cuándo piensas mucho?
Tus ganas de comer cambian – Pensar demasiado las cosas puede afectar en gran medida a tu apetito. A algunas personas les quita el apetito y a otras se lo aumenta, Esta última posibilidad es muy frecuente. Spiegel lo llama «hambre emocional» y asegura que a mucha gente le pasa porque les distrae e incluso les relaja.
Muchas personas tienden a recurrir a los alimentos más sabrosos y menos saludables cuando están estresadas, afirma, y recuerda que hay un motivo por el que a los alimentos altos en grasas y azúcares los llaman «comida reconfortante». Adicionalmente, el cortisol (la hormona del estrés de la que se ha hablado antes) incrementa el apetito y la motivación por comer, según la Universidad de Harvard,
El primer paso es darte cuenta de que los pensamientos se te están yendo de las manos. Un truco: si estás pensando en más de tres escenarios hipotéticos, estás dándole demasiadas vueltas. A continuación tienes que encontrar una forma de distraerte con tu cuerpo para liberar tus sistemas cognitivos (salir a correr o hacer yoga).
Price utiliza la respiración diafragmática o respiración abdominal profunda con sus pacientes. Esto ayuda a reducir el ritmo cardíaco, a ralentizar la respiración y a recuperar la conciencia de tu propio cuerpo, lo que, además, te aclarará la mente. También recomienda empezar un registro de preocupaciones: 20 minutos antes de dormir, haz una lista con todo lo que te preocupa o lo que tienes que hacer.
«El proceso de escribirlo a mano (no teclearlo) surte un efecto en tu cerebro que te ayuda a salir de esa espiral», señala Price. Hablar con un psicólogo, un amigo o un ser querido te puede mostrar una perspectiva nueva para que te des cuenta de que algo que parecía terrible o complejo no lo es, a fin de cuentas. 10 alimentos contra el estrés En Estados Unidos han demostrado que 40 gramos de chocolate negro al día durante dos semanas reduce los niveles de hormonas de estrés en personas especialmente tensas. Otro estudio realizado por la Universidad de Adelaida, en Australia, ha con. Según una investigación realizada por la Universidad de Madrid, un vaso de vino tinto al día ayuda a prevenir la depresión, la ansiedad y el estrés. El vino mejora la circulación sanguínea, reduce la presión arterial, tiene antiinflamato. Los pistachos ayudan a bajar la presión arterial y controlar el estrés diario y el colesterol. Así lo confirma un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Pennsylvania, también publicado en Hypertension, la revista especializada de la Asoc. Una investigación publicada por el Journal of the American College of Nutrition muestra que una dieta diaria rica en nueces puede ayudar a nuestro cuerpo a contrarrestar los efectos biológicos relacionados con el estrés. Sólo un par de nuece. Contiene grandes cantidades de antioxidantes, tales como vitamina C y anticianósidos, capaces de purificar y proteger a las células del hígado, favoreciendo su regeneración. Para purificarse y desintoxicarse, es recomendable beber un zumo de. Contienen fibras que estimulan la sensación de saciedad, el magnesio tiene calcio y produce un efecto relajante, lo que reduce la ansiedad. Consumidas 3 ó 4 veces a la semana, contribuyen a la desintoxicación del cuerpo y la eliminación de t. Todas las frutas y verduras de color morado contienen anticianinas que protegen contra las enfermedades cardiovasculares, mejoran la claridad mental, neutralizan el estrés oxidativo, e incluso ayudan a prevenir el cáncer. También son recomendables hierbas como la manzanilla, la valeriana, la flor de naranja, el bálsamo de limón, la hierba luisa y la malva. Regenera la flora intestinal y favorece la producción de serotonina, la hormona que produce el cerebro y se relaciona con el bienestar. Para aprovechar las ventajas de sus propiedades, se necesitan 125 g de yogur natural al día.
¿Qué le pasa a nuestro cerebro cuando pensamos mucho?
El exceso de información satura la corteza cerebral, produciendo una mente hiperpensante, agitada, con bajo nivel de tolerancia, impaciente y sin creatividad (Shutterstock) La sobrecarga de información, la exigencia de realizar varias actividades a la vez y la acumulación de preocupaciones tienen nefastas consecuencias en el bienestar físico y psicológico y pueden acelerar la mente a una velocidad aterradora.
En la era digital, esto está pasando con una intensidad nunca antes vista. El resultado es una velocidad espantosa y estéril de pensamientos, muchos pensamientos inútiles y una serie de consecuencias físicas y emocionales avasallantes. El exceso de información y la intoxicación digital hacen que el «gatillo de la memoria» dispare muchísimo, y que abra un número espeluznante de «ventanas» (del archivo de recuerdos), sin anclarse en ninguna, por lo que el individuo pierde el foco y la concentración.
Un estudio encontró que el 73% de los adultos entre las edades de 25 y 35 piensan demasiado, al igual que el 52% de las personas de 45 a 55 años. Curiosamente, la investigación ha encontrado que muchos pensadores excesivos creen que en realidad se están haciendo un favor al recorrer sus pensamientos. El concepto llamado parálisis de análisis consiste en pensar en posibles consecuencias que pueden no suceder, pero simplemente preocuparse por ciertos resultados que pueden paralizarnos o congelarnos (Shutterstock) Pensar demasiado crea tantas opciones y escenarios que terminamos sin poder tomar una decisión.
Si bien pensar demasiado puede generar ideas nuevas y frescas, también puede ser contraproducente y crear obstáculos mentales que hacen que sea un desafío pensar fuera de la caja (Shutterstock) Otro estudio que publicó la revista Scientific Reports descubrió que cuando ciertas partes del cerebro y procesos cognitivos están tranquilos, somos más creativos.
Pensar demasiado, lo que puede conducir a una «rutina mental», como señala el estudio, puede hacer que nos quedemos atascados y sin ideas o nuevas soluciones. Si bien pensar demasiado puede generar ideas nuevas y frescas, también puede ser contraproducente y crear obstáculos mentales que hacen que sea un desafío pensar fuera de la caja.
Y un estudio de la Universidad de Stanford llegó a la misma conclusión. Mientras estaban conectados a las máquinas de imágenes por resonancia magnética (IRM), se les pidió a los participantes que dibujaran una serie de imágenes, algunas fáciles de ilustrar y otras difíciles.
- Cuanto más difíciles eran las imágenes para dibujar, más tenían que pensar los participantes y menos creativos eran sus dibujos.
- Por otro lado, cuanto menos pensamiento involucraba, más creativos eran los dibujos.
- En resumen, pensar demasiado parece poner un límite a la creatividad.
- Caen los niveles de energía Se necesita mucha energía mental para pensar demasiado.
El cerebro generando tantos pensamientos y escenarios diferentes que realmente no van hacia nada productivo. La energía mental sin ningún tipo de salida física puede hacer que sea fatigante y que nos sintamos agotados porque pasamos mucho tiempo en nuestra propia cabeza. El cuerpo necesita entrar en un estado de calma para dormir: el ritmo cardíaco debe disminuir, al igual que la presión arterial y la respiración (Shutterstock) Muchos pensadores excesivos luchan para conciliar el sueño, revolviendo pensamientos en lugar de relajarse y dormir un poco.
- El cuerpo necesita entrar en un estado de calma para dormir: el ritmo cardíaco debe disminuir, al igual que la presión arterial y la respiración.
- Analizar en exceso puede ser excitante, especialmente cuando los pensamientos son acelerados y esto puede sacarnos del estado calmante en que el cuerpo necesita estar para dormir.
Cambia el apetito Pensar demasiado puede tener un profundo impacto en el apetito de las personas. Para algunos, puede suprimir el apetito, y para otros, puede aumentarlo, lo cual es más común. Los especialistas sostienen que la gente lo hace para distraerse o incluso tranquilizarse.
- Muchas personas tienden a ir por las cosas más sabrosas y poco saludables cuando están estresadas, y por eso existe una razón por la cual los alimentos ricos en grasas y azucarados se llaman «alimentos reconfortantes».
- Además, el cortisol, esa hormona del estrés de la que hablamos anteriormente, aumenta el apetito junto con la motivación para comer, según la Universidad de Harvard.
Cómo controlar la tendencia a pensar demasiado El aceleramiento intenso de la construcción de pensamientos predispone, entre otras cosas, a la insatisfacción crónica, el retraso de la madurez emocional y el desamparo emocional (Shutterstock) Las consecuencias emocionales, intelectuales, sociales y físicas del pensamiento acelerado son enormes.
Y aunque no siempre se manifiestan en el presente, con certeza aparecerán en el futuro. El aceleramiento intenso de la construcción de pensamientos predispone, entre otras cosas, a la insatisfacción crónica, el retraso de la madurez emocional, el desamparo emocional y el desarrollo de trastornos psiquiátricos, a enfermedades psicosomáticas, compromete la creatividad y el desempeño intelectual global, deteriora las relaciones sociales y dificulta la capacidad para trabajar en equipo y cooperar socialmente.
«En esta sociedad estresante, rápida y agitada no es fácil resolverlo por completo. Pero, si no fuera posible eliminarlo, los seres humanos necesitamos y debemos administrarlo y para hacerlo, ser libre para pensar, pero no esclavo de los pensamientos, poder administrar el sufrimiento anticipatorio y depurar la mente a través de la técnica del DCD (dudar, criticar y determinar) es clave», sostuvo el especialista.
Dentro de los puntos más importantes para prevenirlo, aprender a gestionarlos es uno de los principales. «Uno no puede dejar que la mente piense lo que quiere cuando quiere, ni sufrir o preocuparse por anticipación. La mente es un vehículo y desafortunadamente la gran mayoría de los seres humanos no aprendieron nada sobre manejar los pensamientos», concluyó Cury.
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¿Cómo se llama cuando piensas en algo y pasa?
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), es un trastorno caracterizado por la existencia de pensamientos obsesivos y compulsivos. Es una problemática con bastante prevalencia y que produce mucha interferencia en la vida diaria de las personas que lo padecen.
¿Cómo se llama a una persona que Sobrepiensa mucho?
¿Eres de las personas que sobre piensa las cosas? síndrome pensamiento acelerado (S.P.A.) – Grupo Tress Internacional Hace poco descubrí este mal que sin saberlo afecta a la mayoría de las personas sin darnos cuenta. Augusto Cury, psiquiatra brasileño con más de 25 años de experiencia, describe al,
¿Qué es? En pocas palabras se refiere a la gran cantidad de información que recibimos diariamente, esta saturación no permite a nuestra mente procesarla adecuadamente por lo que tendemos a pasar de un tema a otro sin profundizar y comprender de lo que se está tratando. Este problema empieza desde la infancia, en la actualidad los niños están más expuestos a altas cantidades de información, ya sea proveniente de televisión e internet.
En la vida del adulto afecta al contar con exceso de actividades, exceso de estímulos, exceso de preocupaciones, lo cual nos orilla a tener un alto grado de ansiedad y estrés en nuestras vidas diarias. El problema con este síndrome es que no nos permite controlar nuestros pensamientos ni a descartar adecuadamente toda la información que se nos presenta.
¿Cómo puedo combatirlo? El tratamiento incluye psicoterapia, medicación y buenos hábitos de vida, te decimos algunos: Sal de la rutina Un paseo en familia o una caminata por la naturaleza, una cena con amistades o pareja son actividades que aunque no las realizas frecuentemente debido a tu estilo de vida ocupado, te servirá muchísimo para despejar tu mente. Leer Un buen libro siempre nos aleja de malos pensamientos y dependiendo del tema, puede ayudarnos a despejar la mente y llegar a un grado perfecto de relajación. Correr
Está comprabado científicamente que la actividad física mejora los niveles de serotonina en tu cuerpo, por lo tanto te sentirás más feliz y relajado. ¿Quieres empezar a correr? Lee la experiencia de Marco Valencia en su artículo, Organiza y planea tus actividades Pareciera que procrastinar es una nueva palabra, pero Entender por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy nos ayuda comprender mejor nuestro estado mental y el organizar y planear nos da tranqulidad.